LA LLEGADA DE DAYNARA O EVA AL JARDÍN
El tiempo de cumplir la 2ª parte de su plan había llegado, y el Creador descendió a la tierra con Eiden, no sin antes dormirlo, para extraer su sustancia y asi crear el cuerpo de su compañera, por que tenía que salir de el mismo, para que se amaran intensamente ya que serían uno. Tal como lo hizo con Yarusa, solo que ahora todo sería en cuerpos corruptibles “las casas de los seres celestiales” sobre la tierra.
Tomo lo necesario para crear a Eva o la que da vida, lo dejo y se fue a casa, cuando Adán despertó, fue como si nada hubiese sucedido. El Creador en casa, se dio a la tarea de crear aquel cuerpo que sería la casa de su hija, la hizo con mucho detalle, con mucho cuidado y amor, cuando estuvo listo aquel nuevo ser humano, llamo a su compañera, a su hija y a Arnon y les dijo:
-¿Qué les párese? ¿Les gusta?- Daynara exclamo:
-¡Es hermoso, como todo lo que tú haces Padre mió!- y el pregunto:
-¿Crees poder soportar? eres muy pequeña, yo me esconderé de ti, como has visto que sucede con Eiden, aparentemente estarás sola, pero yo siempre estaré ahí y tu madre también, nuestra mirada, no se apartara de ti ni un segundo, te amamos, pero la desición es tuya-
Mientras el Creador hablaba con Daynara, Yarusa lloraba. Su pequeña estaría lejos pero por voluntad propia y ella había sido testigo de su dolor, ella la dejaría partir, aunque con ella se fuera parte de su ser, además pensaba, esa experiencia la haría sabia como su Padre, ya que había heredado del Creador su amor, su bondad, su inteligencia y un día su pequeña princesa sería reina de un hermoso lugar dispuesto para ella, pero porque realmente se lo hubiese ganado.
En cuanto a Arnon el obediente Israel y primogénito del Creador, también lloraba al ver que su hermanita se iba, se amaban mucho y la extrañaría, pero ambos sabían que ella obedecería al Creador, y el Padre volvió a preguntar:
-¿Quieres hacerlo?- y ella dijo:
-¡Quiero Padre!- Nuevamente el Padre pregunto:
-¿Estas decidida?- Ella dijo:
-“Completamente Padre, lo haré y no te fallare”.-
Entonces el Creador deposito un beso en la frente de Daynara, al igual que Yarusa e Israel y Yarusa exclamo:
-¡Que el Creador, haga resplandecer su rostro sobre ti!- y todos dijeron:
-AMEN, así se cumpla-
Y Elías que se convirtió en compañero fiel del Creador, en ausencia de Meil y Gabael, presenciaba todo, y también lloraba, habiendo alcanzado la perfección a lado de su gran maestro el Creador, y estaba lleno del don del amor, siendo así, Dios le dijo a la princesa Daynara:
-Descansa aquí- la acostó, le acaricio su cabeza, y la dejo dormir, diciendo:
-Descansa pequeña, y cuando despiertes el dolor habrá pasado, y recuerda que los ángeles esperaran por ti aquí en lo alto, y cuando llegue el día que despiertes, sonreirás y cantaras alegremente, y yo compartiré tu alegría, ¡Te amo mi amor!
Y Daynara durmió, hubo llanto en su Padre, su Madre, su hermano, y en todos los Ángeles del cielo, por que la princesa no estaría más en casa, por un tiempo que sería largo para todos, la amaban y la extrañarían, y el Creador una ves que la durmió, saco su esencia, no sin antes sacar una “gotita” de ella, para crear una copia de su princesa, ya que algún día le sería útil
-Siempre es bueno estar preparado- dijo el.
Deposito la esencia, o espíritu de su hija, en aquel cuerpo humano, inerte, y vio como evoluciono, cuando estuvo lista, bajaron al jardín de Eiden; Yarusa, Israel, el Creador, y los Irkans elegidos, no sin antes hacer dormir a Eiden; y dejó a Daynara durmiendo a un lado de Adán.
Ellos volvieron a casa, y aquellos dos pequeños se quedaron solos, pero siendo vigilados por aquellos Ángeles, a los cuales ya les había dado ordenes de cuidar de día y de noche, a los dos pequeños, sin descanso.
Fue así, como llego Daynara al jardín, cuando Eiden despertó la miro, extrañado una y otra ves, sin saber de donde había salido aquello tan hermoso que veían sus ojos, y jugueteaba con la pequeña, tocándole la nariz, tratando de abrir sus ojos, acariciando sus cabellos, pero ella dormía.
De pronto, el Creador le hablo, y se puso feliz:
-¡Eiden!- dijo el Creador, y el contesto:
-Dígame padre- el Padre dijo:
-¿Qué te párese el hermoso regalo que te he dado?- El contesto:
-Muy hermoso en verdad Padre- Pregunto a Eiden:
-¿Lo quieres o no Eiden? - Eiden dijo:
-¡Claro que si!-
-Muy bien- dijo el Creador:
-Es tuya, porque de ti fue tomada, he sacado una pequeña “gota de tu sustancia”, para hacerla a ella, así que son uno solo, tu deber será cuidarla de todo lo que hay en el jardín, la protegerás, porque eres muy inteligente y a donde quiera que vallas en el jardín, la llevaras contigo.¿Entendiste Eiden?-El contesto:
-Entendí Padre, ella no debe estar sola, siempre ira conmigo- Dios dijo:
-Ámala, como yo te he amado a ti, que siempre procuro tu bien, y enséñale todo lo que yo te he enseñado, y le pondrás por nombre “IVI” que es lo mismo que “EVA” porque ella Dará vida.- Era la primera Eva de tres años terrenales y Adán de seis años con tres meses.
Cuando la princesa Daynara despertó, vio sorprendida el rostro sonriente que tenía frente al de ella, y el le dijo:
-HILY IVIN- que significa: Hola Evita, ella sonrió con alegría, Eiden le dio la mano y caminaron juntos, Eiden con mucha emoción de tener a alguien que no era invisible a sus ojos humanos y que le haría compañía, por fin ya no estaría solo. Y le decía:
-Te enseñare muchas cosas- y ambos sonreían felices, bajo el cuidado de los Inguels que aunque sin ser vistos por ellos, los seguían a dónde quiera que iban, y el Creador les hablaba, ellos lo oían, y le obedecían.
El Creador puso un Árbol muy hermoso en medio del Jardín, y día con día les decía:
-De todo árbol que produce fruto pueden comer, pero, del que esta en el centro del Jardín “NO”, porque el día que me DESOBEDEZCAN, morirán.-
Y pasaban los días jugando y corriendo con mucha alegría, y así pasaron los meses y años terrenales, en la paz de aquel Jardín, y el Creador se sentía afortunado porque esos pequeños eran obedientes a el. Y dejó de hablarles por espacios, dándoles su tiempo y así confirmar si sus enseñanzas habían penetrado en su corazón.
No volvió a insistir en cuanto a la obediencia, pero a pesar de eso, los dos a su vez cuando se acercaban a aquel Árbol, sentían temor por las palabras de su Padre y los recordatorios de los Ángeles, y solo observaban el árbol, tomados de la mano apreciaban su belleza, se veían a los ojos el uno al otro y se marchaban a jugar a otro sitio.
Es necesario recordar, una frase antes escrita dicha por el Creador a su siervo y hermano Elías, “Yo compruebo la obediencia de la manera más absurda que te puedas imaginar”.
Y eran aquellos dos niños muy hermosos, Eiden tenía el cabello rizado y rubio hasta los hombros, sus ojos eran azules, enormes, y su piel dorada por el sol. Por su parte Eva, era pequeña y frágil, con sus cabellos largos ondulados, y tenía ojos al color de la miel, igual que su cabello.
Crecían ambos felices, y obedientes al Creador. Y así pasaron 10 años terrenales, ellos estaban desnudos, y no conocían la vergüenza, era como si no lo estuvieran, estaban llenos de los dones de Dios, amor, paz, gozo, paciencia, bondad, fe en su Padre porque aunque no lo veían confiaban en el.
Pero por su parte, algunos de los Ángeles que los cuidaban ya estaban cansados y aburridos, querían volver a casa, y decían:
-El tiempo aquí es tan lento que ya no soporto- y empezaron a MURMURAR entre ellos, contra aquella misión que el Creador les había encomendado.
Por su parte, Gabriel y Miguel se decían entre ellos mismos, que ¿Como era posible? que después de haber enfrentado grandes batallas, incluyendo la última en la que tuvieron una gran victoria, cuando lucharon contra Luz Bella y la tercera parte de aquellos que eran iguales a ellos en fuerza, ahora el Creador los tuviera en lo que ellos consideraban poco. -¡Estamos de niñeras!- exclamo Gabriel y Miguel lo respaldo.
Los demás, se la pasaban hablando de los planes que Dios tenía para con aquellos niños, sin tomar las precauciones debidas, no reflexionaban sobre el porque, el Creador los había mandado a la Tierra a cuidar a su “ESPECIAL TESORO”.
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